El 14 de abril de 1931 se proclamaba la II República Española, un acontecimiento que supuso una profunda transformación y avance en los derechos y libertades en el estado Español y que tuvo su inicio tras unas elecciones municipales cuando las candidaturas republicano-socialistas ganaron en 41 de las 50 capitales de provincia.
Un periodo de nuestra historia que abrió un tiempo de justicia y avances sociales mediante la instauración de un sistema democrático y parlamentario, con reconocimiento de la libertad ideológica y de pensamiento; basado en el sufragio universal con el consiguiente derecho de voto a las mujeres por primera vez en la historia de España y que fue eliminado tras un golpe militar que implantó 40 años de dictadura.
Una etapa democrática que fue acompañada de numerosos avances en la legislación social y en las condiciones y derechos de los trabajadores, en el reconocimiento al aborto, así como en una trascendental mejora de la educación pública y de su generalización, que se tradujo en la construcción de colegios y en un fuerte y sólido impuso a la cultura y en la aparición de una rica producción cultural y científica que obtuvo un amplio reconocimiento internacional, con personalidades de primera línea en las artes plásticas, la literatura, la cinematografía y la ciencia como Pablo Picasso, Antonio Machado, Federico García Lorca, Miguel Hernández, Luis Buñuel, Severo Ochoa y un largo etcétera que o bien fueron asesinados o bien tuvieron que abandonar España y exiliarse tras el golpe fascista que acabó con la república.
Pero hoy, despues de cumplir 86 años desde su proclamación, nuevos aires circulan por los gobiernos municipales que salen a exigir con la bandera republicana la necesidad de seguir luchando por más justicia social, por más igualdad y por un nuevo proceso constituyente que supere la transición que nos fue impuesta por un régimen que no estaba tan muerto como algunos consideraban.

Nuevos aires circulan por los gobiernos municipales que salen a exigir con la bandera republicana la necesidad de seguir luchando por más justicia social, por más igualdad y por un nuevo proceso constituyente que supere la transición que nos fue impuesta

Unos aires de cambio, que pueden quedarse en mera política de escaparate y convertir en pieza de museo la II República que simplemente recordaremos cada 14 de abril. O bien servir de ejemplo de transformacion y de unidad frente a la derecha más reaccionaria que se pone nerviosa cuando la izquierda aplica politicas (remunicipalizaciones, educación pública, transporte público, etc.) que amenaza sus privilegios. Esta última opción es el verdadero homenaje que podemos hacer a todos aquellos que lucharon por la república.
Puede ser que por ese motivo el Delegado del Gobierno en Valencia, el señor Juan Carlos Moragas (PP), prohíbe que las banderas republicanas ondeen en los ayuntamientos. Y más en concreto en Sagunto y en Silla, donde gritamos ¡Viva la República!

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